Al sumergirse en el rutilante universo pictórico de "Ultreya: Más Allá", es evidente que Paz Arés Osset nos presenta no sólo un paisaje visual, sino un testimonio íntimo de su viaje espiritual y trascendental. Con dimensiones de 145 por 110 cm, el lienzo va más allá de ser un mero portador de color y forma; es una cartografía del alma que nos guía a través de los oscuros mares del Samsara hacia el luminoso horizonte de la iluminación.

El título "Ultreya", que inicialmente escogió la artista, tiene sus raíces en las reuniones cursillistas de cristiandad, donde los participantes se congregaban en busca de guía y consuelo espiritual. La palabra, con su connotación de "ir más allá", resuena profundamente con la esencia de este cuadro. Es una llamada a perseverar, similar a los antiguos marineros que gritaban "ultreya" al divisar tierra firme, marcando el final de un arduo viaje y el inicio de una nueva etapa.

La técnica mixta de Arés Osset juega un papel esencial en este viaje espiritual. El carborundum, con sus texturas rugosas y formas curvas que asemejan corazones, simboliza el tumultuoso mar del Samsara. Pero en este mar, flotan ágatas azules brillantes, como islas de esperanza y serenidad. Estas ágatas, con su brillo etéreo y luminoso, contrastan y equilibran la rugosidad del carborundum, recordándonos que incluso en medio de la tempestad, la belleza y la luz pueden encontrarse.

El metal acrílico refuerza esta transición del oscuro y turbulento Samsara hacia la luminosidad del Nirvana, añadiendo un brillo casi celestial a la composición, reflejando esa ansiada divinidad y luz que todos buscamos.

Es en la parte derecha donde encontramos un detalle conmovedor: un círculo de metal cobre, delicadamente taladrado con pequeñas crucecitas. Representa un espíritu liberado, que se eleva sobre el mar del Samsara y se dirige al cielo, pintado en un amarillo intenso y salpicado con mica que brilla como estrellas flotantes. Este espíritu se dirige hacia un círculo abierto, hábilmente recortado en el cuadro en la parte superior izquierda. Este orificio simboliza la posibilidad de traspasar los límites del propio cuadro, invitándonos a ir más allá de la iluminación, más allá del propio nirvana. Detrás del agujero, se vislumbra una versión reducida de la misma plancha de metal, sugiriendo un espíritu que, en su ascenso, ha traspasado los confines del nirvana con la esperanza de que todos alcancen la iluminación, beneficiando a todos los seres.

Con "Ultreya: Más Allá", Paz Arés Osset nos invita no solo a contemplar, sino a reflexionar y a emprender nuestro propio viaje espiritual, recordándonos que, pese a las adversidades, siempre hay un horizonte luminoso esperándonos. Es un canto a la resiliencia del espíritu humano, un testimonio de fe y una oda a la búsqueda eterna de la verdad y la luz. Una reflexión profunda sobre nuestra propia travesía espiritual, sobre la posibilidad de ir más allá de nuestras limitaciones y aspirar a un bienestar colectivo. Una obra maestra que quedará grabada en la memoria colectiva del arte contemporáneo.